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    Hasta mucho después de la emancipación en 1810 nuestro sistema monetario era idéntico al español en cuanto a la fabricación, valor, peso, ley y circulación. El peso, la unidad monetaria, no fue legalmente alterado hasta 1875.


    Pero si observamos con mayor atención descubriremos que la circulación monetaria metálica en la colonia fue realmente muy escasa. El verdadero instrumento de cambio era el producto que se obtuvo. La economía colonial sólo abarcaba a la aldea y sus alrededores. Rara vez se veían intercambios y movimientos de población. Las necesidades de los habitantes se reducían a lo indispensable para la subsistencia y casi no existía el capital. La única fuente de riqueza era la tierra. Así, se daba un pequeño y limitado comercio. En estas condiciones, no era posible plantear un sistema monetario único; aunque en teoría fuera del mismo.


    También debemos considerar que mantener una moneda es muy costoso. Para poder sustentar un instrumento de intercambio, un país debe poseer y explotar así minas de metales preciosos (y aún sólo sólo retiene parte de lo obtenida) o incorporar dichos metales importándolos y radicarlos en el país a través de saldos activos de su intercambio con otros países . La metrópoli impuso numerosos trabas comerciales a la colonia; pero no consiguió anular por completo el comercio de mar, debido al contrabando ya los pocos autorizados legalmente. Dichas importaciones eran pagadas generalmente con productos naturales del país, muchas veces despreciados por el monopolio.


    La escasez de moneda en Buenos Aires a causa del monopolio de la metrópoli y la restricción del comercio con el Alto Perú, elevaba la relación apremiante entre la plata fuerte y la sencilla, pues esta última "carecía del peso y ley que le asignaba el cuño ". Esta moneda concordaba con la situación en la colonia; mientras que la plata fuerte era extraña y transitoria.


    Estos y otros ejes del tema en cuestión son los que encontrarán el lector en este resumen de una obra clásica de un autor clásico.


    Este e-book forma parte de un catálogo de más de 2500 títulos de resúmenes sobre diferentes materias. Podés encontrar el catálogo completo acá


    Autor del resumen: Mauricio Fau

    Formato PDF | 8 páginas

    Anotaciones Sobre Nuestro Medio Circulante (Raúl Prebisch)

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    Hasta mucho después de la emancipación en 1810 nuestro sistema monetario era idéntico al español en cuanto a la fabricación, valor, peso, ley y circulación. El peso, la unidad monetaria, no fue legalmente alterado hasta 1875.


    Pero si observamos con mayor atención descubriremos que la circulación monetaria metálica en la colonia fue realmente muy escasa. El verdadero instrumento de cambio era el producto que se obtuvo. La economía colonial sólo abarcaba a la aldea y sus alrededores. Rara vez se veían intercambios y movimientos de población. Las necesidades de los habitantes se reducían a lo indispensable para la subsistencia y casi no existía el capital. La única fuente de riqueza era la tierra. Así, se daba un pequeño y limitado comercio. En estas condiciones, no era posible plantear un sistema monetario único; aunque en teoría fuera del mismo.


    También debemos considerar que mantener una moneda es muy costoso. Para poder sustentar un instrumento de intercambio, un país debe poseer y explotar así minas de metales preciosos (y aún sólo sólo retiene parte de lo obtenida) o incorporar dichos metales importándolos y radicarlos en el país a través de saldos activos de su intercambio con otros países . La metrópoli impuso numerosos trabas comerciales a la colonia; pero no consiguió anular por completo el comercio de mar, debido al contrabando ya los pocos autorizados legalmente. Dichas importaciones eran pagadas generalmente con productos naturales del país, muchas veces despreciados por el monopolio.


    La escasez de moneda en Buenos Aires a causa del monopolio de la metrópoli y la restricción del comercio con el Alto Perú, elevaba la relación apremiante entre la plata fuerte y la sencilla, pues esta última "carecía del peso y ley que le asignaba el cuño ". Esta moneda concordaba con la situación en la colonia; mientras que la plata fuerte era extraña y transitoria.


    Estos y otros ejes del tema en cuestión son los que encontrarán el lector en este resumen de una obra clásica de un autor clásico.


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    Autor del resumen: Mauricio Fau

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